WASHINGTON (AP) — Con el tiempo agotándose antes de las elecciones —poco más de tres semanas—, el presidente Donald Trump intenta volver a encarrilar su campaña con nuevos actos públicos, apenas una semana después de que fue dejado fuera del juego temporalmente por el coronavirus, que ha matado a más de 210.000 estadounidenses.
Mientras persisten las dudas sobre su salud —y su rival demócrata Joe Biden intensifica su propia campaña—, el presidente se aprestaba a celebrar un evento en la Casa Blanca el sábado más tarde y luego, el lunes, lo que él llamó un “GRAN EVENTO” en Sanford, Florida.
El viernes, Trump celebró lo que su equipo de campaña llamó un “mitin radial”, al llamar al programa de radio del presentador conservador Rush Limbaugh. Las encuestas públicas y privadas lo muestran detrás de Biden, pero Trump afirma que ganará.
El presidente aumentó sus apariciones en radio y televisión con entrevistadores conservadores, con la esperanza de recuperar el tiempo perdido y mientras millones de votantes ya están sufragando por correo.
En su evento del sábado, en el que hablará desde el balcón de la Casa Blanca, se espera que haya al menos varios cientos de simpatizantes. Todos los asistentes deberán portar mascarillas, se les harán controles de temperatura y se les pedirá que llenen un breve cuestionario. Se alentará encarecidamente a los asistentes a seguir las pautas de salud del gobierno, que incluyen el uso de mascarillas y el distanciamiento social.
La manifestación del lunes de Trump en Sanford, Florida, estaba programada originalmente para el 2 de octubre, el día después de que dio positivo.
El anuncio del nuevo evento se produjo a pesar de que el doctor Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del gobierno, advirtió nuevamente a la Casa Blanca que evite las reuniones a gran escala de personas sin mascarillas.
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