LIMA (AP) — El presidente peruano Martín Vizcarra sobrevivió el viernes a un proceso de destitución impulsado por el Parlamento que derivó en una crisis política en medio de la pandemia del coronavirus.
Con 78 votos en contra, 32 a favor y 15 abstenciones, Vizcarra continuará dirigiendo el país hasta el 28 de julio de 2021, cuando entregará el mando al nuevo presidente que será elegido en abril. Se necesitaban 87 votos a favor para obligarlo a dejar el puesto.
Los analistas consideran que la imagen de Vizcarra, de guerrero impulsor de la lucha anticorrupción, quedará magullada y su calvario no culminará en sus últimos 10 meses de gobierno.
En la mañana Vizcarra asistió al Congreso y se disculpó por la crisis desatada por unos audios grabados por su asistente, pero dijo que no cometió ningún delito que justifique destituirlo.
El mandatario de 57 años de edad se mostró dispuesto a ser investigado desde ahora por la fiscalía, pese a que la ley protege a los presidentes, quienes sólo pueden serlo luego de culminar su mandato.
“Lo único ilegal, que está comprobado hasta ahora, es la grabación clandestina”, dijo Vizcarra a los legisladores. “La gestión de la pandemia y la reactivación económica no pueden estar en suspenso”.
Los audios fueron grabados por su exasistente Karem Rojas, y en ellos se escucha a Vizcarra coordinar con ella y otra funcionaria una estrategia de defensa para aclarar cuántas veces un amigo suyo, el músico Richard Cisneros, lo había visitado. Cisneros está siendo investigado por recibir casi 50.000 dólares por contratos cuestionables con el Ministerio de Cultura por diversas actividades, entre ellas charlas motivacionales.
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